Las oportunidades de expansión y mejora económica en el sector empresarial son grandes alicientes para los emprendedores, estas otorgan la capacidad de crecimiento a las compañías sin comprometer su integridad o capital corriente, sirviéndose además de distintas herramientas como la proyección financiera o costo de capital para potencializar las mejores prácticas en la industria. Destacan los elementos como el factoraje y arrendamiento, ambas figuras de financiación para que pequeñas y medianas empresas logren modernizarse y posicionarse en el mercado.
El factoraje financiero se refiere a la adquisición de créditos en forma de anticipos económicos que derivaron de alguna transacción de venta o prestación de servicios realizada por una empresa de factoraje autorizada.
El arrendamiento, incrementa la capacidad de competitividad de las empresas y profesionales a su cargo a través de la renta de distintos activos. Este modelo se subdivide en dos clases: el arrendamiento puro, en el que el arrendador otorga al arrendatario el uso de algún activo por un periodo de tiempo determinado; así como en el arrendamiento financiero, en el que además de lo descrito anteriormente, el arrendatario puede negociar la opción de compra del activo.
¿Qué ventajas y desventajas ofrecen estas figuras de financiamiento?
- El factoraje agiliza las finanzas empresariales por permitir un financiamiento dirigido que difiere del crédito: la operación no representa pasivos bancarios, sino deudas comerciales.
- Permite los pagos anticipados y la disminución de deudas.
- Es un método sano debido a que la obtención de los valores se da por medio de los activos mismos de la compañía.
- Sin embargo, no debe considerarse como una posibilidad de financiamiento a largo plazo ya que contempla la creación de facturas por pagar.
- Además, la selección que haga la empresa de factoraje para financiar un proyecto sobre otro, dependerá de la valoración de los porcentajes de recuperación que le signifiquen.
- El arrendamiento puro permite que fluyan los activos de caja y capital de trabajo.
- Facilita el acceso inmediato a los activos tratados, que e encuentran respaldados y garantizados.
- Es una figura deducible de impuestos y de total confiabilidad.
- El arrendamiento financiero permite la adquisición de los activos, así como aplazar los pagos correspondientes que pueden ser tomados a cuenta de la futura posesión.
- Los arrendatarios pueden deducir los impuestos de los intereses en la transacción.
- Sin embargo, este tipo de negociaciones de propiedad van quedando paulatinamente obsoletas en el actual panorama comercial.
¿Cómo implementarlos a nivel compañía?
Dependiendo del giro de la misma, ambos modelos permiten implementaciones sencillas y de ejercicio casi inmediato. Por ejemplo, si te dedicas a rentar pequeños espacios de trabajo o de estadía temporal, puede suscitarse la ocasión en la que uno de tus clientes vea una oportunidad de compra, y esa renta puede convertirse en un fondo de venta (en el caso de arrendamiento financiero) o se complemente con un enganche significativo. Lo anterior propiciaría una relación comercial de beneficio mutuo con el flujo de activos respaldados y garantizados.
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Referencias
Uribe, E. (2017). Cómo financiar tu negocio con factoraje y arrendamiento. Agosto 03, 2018, de Entrepreneur.
Rodríguez, S. (2011). ¿Arrendamiento puro o financiero? Agosto 03, 2018, de El Economista.
(2017). Arrendamiento puro, la alternativa financiera que modernizará tu empresa. Agosto 03, 2018, de Forbes.