Los riesgos operativos u operacionales se refieren a las actividades, sistemas o procedimientos que pueden generar pérdidas a las organizaciones debido a distintos causales: internos como el error humano, los procesos no supervisados, fallas en el sistema; o externos como la inflación o los desastres naturales.
Dichas mermas pueden ser económicas o de los distintos activos manejados por la compañía, y pueden reflejarse en la faceta legal, estratégica, de negocio y reputacional de la misma.
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El cálculo y gestión de estos riesgos suele destinarse a los departamentos de Auditoría, Riesgos o Control Interno conforme a la consideración de dos elementos clave: la probabilidad de incidencia del evento riesgoso, al igual que su nivel de gravedad sobre los resultados. Para tal evaluación destaca el uso de tres metodologías:
De indicador básico
Con este método las compañías llevan a cabo evaluaciones promedio de los ingresos brutos anuales de los últimos tres años para estimar el volumen de operaciones en riesgo. La exigencia del capital para contrarrestarlos se calcula con la siguiente fórmula:
KBIA = [Σ(GI1…n x α)]/n
En donde KBIA denota la exigencia de capital en el método, GI corresponde a los ingresos brutos anuales de los últimos tres años (de haber sido positivos), n es el número de años para determinados ingresos positivos (es decir, tres años), y α es el factor alfa determinado en los Acuerdos de Basilea correspondiente a un 15%.
Estándar
Aquí se toman en cuenta los ingresos brutos de las líneas de negocio determinadas por Basilea para calcular la provisión de capital de cada una: se multiplican los ingresos brutos de cada línea por el factor beta asignado a la misma.
Basilea distingue ocho líneas de negocio con los siguientes factores beta:
- Finanzas corporativas: 18%
- Negociación y ventas: 18%
- Pagos y liquidación: 18%
- Servicios de agencia: 15%
- Banca comercial: 15%
- Banca minorista: 12%
- Administración de activos: 12%
- Intermediación minorista: 12%
De medición avanzada
En este caso, la valoración del riesgo se hace por medio de funciones de distribución de probabilidad para estimar las incidencias de manera más precisa y proyectar presupuestos de contingencia justos.
Este método permite a las entidades financieras desarrollar su propio sistema de cuantificación de capital para el riesgo operacional; sin embargo, para utilizarlo deben solicitar la aprobación de las autoridades locales pertinentes, al igual que deben integrar cuatro datos elementales: Datos de Pérdida Interna, Datos Externos, Análisis de Escenario, así como Entorno Empresarial y Factores de Control Interno.
Estas mediciones brindan un margen de acción estratégico y económico a las compañías para compensar los daños o pérdidas generadas por los riesgos de operación, debido a lo anterior, son procedimientos de rigurosa importancia que fomentan la eficiente respuesta y la cultura de prevención.
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Referencias
Riesgo operacional. Enero 31, 2019, de BBVA.
Gestión del Riesgo Operativo. Enero 31, 2019, de MAZARS.
Riesgo operacional. Enero 31, 2019, de Emprende PyME.
(2015). COSO: Evaluación de Riesgos. Enero 31, 2019, de Deloitte.
(2016). Cómo medir el Riesgo Operativo (SARO). Enero 31, 2019, de Iso Tools.
(2018). ¿Qué es un riesgo operativo? Enero 31, 2019, de HIPODEC.